
La capacitación del equipo de ventas es, cada vez más, esencial para la tienda que quiere encantar el cliente y diferenciarse en el mercado. Un equipo bien preparado garantiza una atención más calificada, ítem de primera necesidad en el comercio. La directora del Núcleo IBCO Paraná (Instituto Brasileño de Consultores de Organización), Rosângela Pereira Martins (Curitiba/PR), destaca que algunos asuntos son interesantes abordar en los entrenamientos para el segmento, tales como comunicación, postura, credibilidad, extroversión, poder de persuasión entre otros. “Sin embargo, antes de cualquier acción para esta estrategia, es necesario que se identifique con propiedad las reales necesidades de esas personas, tanto en situaciones específicas e individuales cuánto para todo el equipo”, destaca. Es importante resaltar que cuando se habla en necesidad de entrenamiento no significa, obligatoriamente, desempeño inadecuado. Rosângela dice que el entrenamiento podrá también haber como objetivo la actualización, la información y el desarrollo. “En el levantamiento de necesidades de entrenamiento también identificamos desempeños positivos del equipo que deben ser reconocidos y estimulados”, apunta. Según el especialista en Gestión Empresarial y director de la Landgraf & Asociados, consultoría en marketing y ventas, Rodolfo Landgraf (Porto Alegre/RS), el modelo tradicional de ventas no atiende más la necesidad para un ambiente de negocios en constante evolución. “Para acompañar esos cambios es preciso romper con el pensamiento convencional, o sea, adoptar el concepto de educación corporativa en el comercio, que significa la educación continuada, capacitando las técnicas de ventas y el aspecto comportamental de los colaboradores”, afirma. METODOLOGÍA - Es preciso, crear metodologías adecuadas para que la capacitación no se haga fuerte y, consecuentemente, no cumpla su papel. “La primera etapa del entrenamiento debe consistir en envolver todo el equipo en el proceso de elaboración y estructuración del programa. En este momento, un mirar crítico del grupo sobre procesos, dificultades y conquistas irá a contribuir para el establecimiento de los temas y de la forma como deberán ser tratados”, explica Rosângela. Esa etapa del entrenamiento permite colocar en evidencia las necesidades percibidas por los propios “entrenados” sus líderes, posibilitando intervenciones de mejorías, cuando necesario. “Metodologías que se utilicen de técnicas vivenciales, con más pequeña duración y mayor frecuencia, acostumbran ser más atractivas y más eficaces”, enseña. Para el consultor y profesor de Trevisan Escuela de Negocios y de Facultad Cásper Líbero, Marcelo Miyashita (São Paulo/SP), es preciso mesclar la capacitación con encuentros presenciales, cursos online, materiales y apostillas de apoyo y acciones de comunicación interna. “Además de los diversos medios, la metodología debe tener siempre lenguaje y plataforma accesible, comprensible y didáctica”, enseña. Él afirma que hay dos procesos de venta: la venta bajo presión y la venta consultiva. En la venta bajo presión, capacita el vendedor a presionar el cliente para el cierre. En ese caso, es importante el conocimiento del producto justamente para que el vendedor sepa cuáles argumentos y contra-argumentos utilizar y cuánto utilizarlos. En la venta consultiva, el vendedor tiene la libertad de construir soluciones con el cliente y negociar también internamente su realización. “Si el vendedor no conocer a fondo el producto que vende, el cliente percibirá y el eslabón de confianza se romperá. Y vendedor sin crédito es vendedor sin ventas", sentencia. Diferencial competitiva En una época en que la atención es un diferencial competitivo esencial, el desarrollo continuo del equipo se hace aún más importante. "En un mercado donde los clientes disponen de una serie de alternativas y opciones de compraventas de los productos que necesita, la atención es un diferencial. Solamente un equipo bien preparado y apta a responder listamente a esas características del mercado actual podrá tener la oportunidad de obtener éxito en sus objetivos", evalúa Rosângela. Miyashita enfatiza que el desarrollo continuo es fundamental para ofrecer al cliente a mejor experiencia en el comercio. Hay, según él, muchas oportunidades para rever procesos y suministrar momentos mágicos en la atención al cliente. "Pero el cliente, en general, tiene una expectativa tan baja de la atención que un mínimo de atención y cuidado por parte del vendedor ya puede ser lo suficiente para diferenciarse", resalta. Ya Landgrf resalta que, cuando hablamos en desarrollo continuo, necesariamente estamos hablando sobre Educación Corporativa, que es la necesidad de capacitación continuada, delante de este mercado altamente competitivo. "Los programas de Educación Corporativa se destacan por un sistema de desarrollo de personas y talentos humanos aliñando las estrategias de negocios, que evidencian una poderosa fuente de ventaja y diferencial de competitividad", asegura. Durante mucho tiempo, las empresas del solamente se preocupaban en atraer el cliente para dentro de la tienda y no había un cuidado especial en preparar sus colaboradores para una atención diferenciada. Actualmente, Landgraf dice que la elevación del nivel de atención ha sido una prioridad en el comercio. Pero es preciso invertir más en la calificación de esos profesionales, llegando a un porcentual mayor para esa inversión, siendo el ideal de 2 a 3% sobre la facturación. "Mientras más invertimos en la calificación, mayor es lo retorno de ventas, aumentando la facturación, la rentabilidad y la participación de la empresa en el mercado", concluye. (Foto Inezio Machado)
Jorn. Lia Nara Bau/Jornal Exclusivo
Matéria Publicada no Jornal Exclusivo em 24/12/2009